António Lobo Antunes recuerda y agradece a sus grandes maestros por darle las lecciones necesarias para mejorar su trabajo y solucionar problemas técnicos a los que ha debido enfrentarse como escritor. Además, evoca su paso por el ejército portugués durante la guerra de descolonización de Angola y su decisión de dedicarse a la escritura al regresar herido a su país.