\"Aquello de la independencia y la militancia llena muchos paladares y teclas durante los últimos tiempos en estos parajes musicales. Lastima que la etiqueta cada vez tiene menos por donde engancharse. Hay algunos, pero, que siguen haciéndola aprovechable a base de militancia, entusiasmo y persistencia. Illa Carolina llevan unos cuantos años viajando por la independencia musical. Tocando en locales pequeños, recorriendo comarcas, haciendo kilómetros. A menudo perdiendo dinero pero ganando sacos de billetes para la justicia poética del futuro.
Después de haber presentado en 2012 su disco de debut con titulo homónimo, y un EP de remezclas de este mimo 2014 con la participación de artistas como Guillamino o The New Raemon, la banda del Vallés vuelve a poner-se el vestido de las grandes ocasiones con \"Bengala\". Diez canciones que transitan por parajes conocidos pero redescubiertos con un prisma diferente.
Las canciones de Illa Carolina siguen sonando a otoño tardío, a Glasgow, a parajes industriales, a domingos con desayunos que se convierten en vermuts. Pero esta vez el sol brilla con fuerza en estos paisajes según donde paremos el reproductor. Como en \"Ja no et surt estimar-me\". El corte que abre el disco i que es un regalo brillante de pop valiente. Como la chica con el vestido de flores que se sonroja cuando el viento le levanta la falda. O como en \"1986\", una fecha que se convierte en una canción a recordar. Caligrafía excelsa de primero de música popular.
A pesar de esto, Illa Carolina siguen bebiendo de las obsesiones e inseguridades para vestir sus letras. Dolor y ahogo vital. Costumbrismo de camisas remangadas, caras compungidas y corazones batiendo la angustia. \"Vols orenetes\", percusiones y teclados abanderándola, nos lo explica con vehemencia sonora. O \"Salms i sanefes\", una canción exquisita que toma de las mieles del spoken word para explicar a los fieles la buena nueva del pop vernáculo.
En definitiva, un estante con contrastes para poblar una mesa todos los días de la semana. Días festivos, días de caldo y carcasa de pollo para el frio imperante y jornadas de tazas humeantes para una primavera que no acaba de llegar. Illa Carolina no son un grupo para pasar desapercibido. Tienen cosas que decir. Poseen golpes de guitarra contundentes y chocantes. Tienen pósters de Billy Bragg y de Everything But The Girl en su casa. Tienen actitud. Tienen puños en el aire. Visita obligada.\" (Oscar Villalibre)