Segundo álbum de Rene de la Vega lanzado el año 2002 que tuvo dos sencillos con sus respectivos videoclips animados, pero no consiguió la difusión del primero. Tras ello, De la Vega se retira de la música pero con los años se vuelve un personaje popular de culto, y protagoniza esporádicas presentaciones en fiestas kitsch.