Este disco, publicado en 1992, fue el segundo trabajo que Corazón Serrano produjo para el mercado regional. Es notoria la ausencia de bongó y congas, mientras que la formación cuenta con bajo, viola eléctrica, teclado y timbales, además de las voces de las hermanas Irma y Edita, Edwin, Palermo Timoteo y los arreglos de Ramón Satán, quien también le dio forma a la percusión de la agrupación. En esta producción resalta el trabajo de Marco Córdova en las cuerdas y Hugo Garavito, un locutor radial de Piura que se convirtió en el primer animador de la agrupación.
El local \"Los Portales de Pilsen\" era propiedad de un empresario limeño llamado César Casalino, quien inauguró la pista en 1988, inicialmente con la intención de hacerla una peña salsera/merenguera que atrajera a la clase media emergente de la periferia de Piura, pero pronto, a principios de la siguiente década, se convirtió en el punto de encuentro de los migrantes de la sierra media de Piura, por lo que Casalino vira su negocio hacia un concepto de peña serrana, donde grupos como Scorpio de Santo Domingo, los Cahingareños o los Ases de Huamingas interpretaban ritmos folclóricos ecuatorianos y huayno cajamarquirna. De hecho el profesor Agustin Rivera, de Los Cahingareños, refiere que él fue quien animó a Casalino para que Corazón Serrano pueda tocar en su local -era un formato distinto, él recibía a cantantes folclóricos con registros criollos, casi siempre profesores, mientras que los Guerrero Neira eran adolescentes sin técnica musical ni redes sociales, que tocaban una versión electrónica y rudimentaria de los sanjuanitos-, por lo que este accedió bajo la condición de que les daría dos horas de las que Los Cahingareños tenían en su contrato. Merino afirma que fue un éxito -entrevista personal-.
Desde el sonido, las consolas solían ser Peavey norteamericanas, que se habían vuelto una norma en las zonas periféricas del norte del Perú. Para amplificar bajos y guitarras, por ejemplo, se usaba la serie Envoy, y para la amplificación original se usaban decks de la misma marca que botaban entre 2000 y 4000 wats rms. Estos equipos continuaron en circulación y uso hasta la caída de Peavey, cuando esta comienza a ensamblar en China. Vale aclarar que el primer sonido que aparece en esta grabación fue logrado con un sintentizador Kawaii, el que con los años alternaría con un Yamaha SY85 en los compases.
Esta maqueta es muy importante para la agrupación, porque rompe la maldición del \"único disco\", tan usual entre los nuevos grupos tropicales del norte. A partir del éxito de producción pueden empezar a explorar el mercado del Bajo Piura y de provincias vecinas como Sullana y Morropón. Además, es una de las primeras veces en las que se encuentra huayno cajamarquino grabado con sintetizador, además de la experiencia de Silverio Urbina en Cajamarca en fechas parecidas (https://youtu.be/X5FO9HzQ280).
